Hay una muchacha que he visto unas 3 o 4 veces en la vida y que estuvo a punto de borrarse de mi disco duro. Pero el otro día nos cruzamos y nos cagamos de la risa. Es que la historia de la Pame es bastante singular. Ella es prima de un compañero de u y pinché con ella hace unos 5 o 6 años, cuando yo recién había llegado a la u. Pinché solamente, nada mas, ojo. Por que, claro, la Pame es una señorita, de eso me acorde en cuanto al volví a ver.
Pero por sobre todo me acorde de que los besos mas bakanes que conozco eran los suyos. Una verdadera marca registrada. El tacto, la sensibilidad , el roce, una sintaxis de placer y sofisticado erotismo… ¡que estuve a punto, a punto de olvidar!.
Que extraño, no? Quizás cuantas cosas bacanes hay en nuestras vidas, pero algunas son tan “low perfil” que corren riesgo de ser olvidadas. La vez que olvidaron cobrarte en el colectivo; la mina con la que hablabas por teléfono cada vez que te quedabas solo en casa y nadie te sapeaba; la mina de cursos mas arriba que cuando te saludaba te hacia hervir las hormonas en aquellos lindos años que son los de enseñanza media; la primera vez que aperraste a comprar una revista porno; las primeras fiestas sacando a bailar a tus compañeras de curso con Corona, Ace of base o Dr. alban de fondo…
Mucha gente tiene como lema el “carpe diem”, el vivir el momento… pero yo pienso que esa wea no sirve de nada si esos momentos no puedes recordarlos.
Ahora, que yo pase acordándome y pensando puras weaas es otra cosa.
