jueves, septiembre 07, 2006

Cambio de andén


Capitulo 16: nunca he ocultado mis orígenes pseudocampesinos en Los Andes, donde si quería me iba a pie a la escuela o donde sea, donde todo el fucking mundo se conoce, y donde si usas pantalón a rayas o te tiñes el pelo azul todo el mundo jura de guata que eres medio fleto o algo por el estilo… Es mas aún, mi primera infancia la viví a lo más Heidi en medio de las montañas cerca de Portillo…

Hoy por hoy, ya que he dejado la vida que llebava en la ciudad de La serena y me he reencontrado con viejos amigos aqui instalado ya en santiago, dedico el capitulo 16 a un viejo “amigo” que nada tiene que ver con mis lugares de antaño ni por asomo…

Corría el año 97 yo tenia unos 14 años y por un motivo x me dio por hacer un curso de ingles en el inst. Chileno británico de cultura, pero para que decir una weavada por otra: el ingles lo aprendí bastante aceptable pero no me sirvió para ninguna mierda. Lo más cerca que he estado de un país con otro idioma fue comprando ropa en patronato…

Lo realmente importante de esa época -aparte de generarme la atracción por todo lo underground, lo british y lo pop- fue que aprendí a moverme por santiago solito. Turnando mis gustos entre micros amarillas y la línea 5 del metro me paseaba por medio santiago. Si en esa época compaginaba estudios de libros raros, aprenderme canciones ó diálogos y visitas al bellas artes o a exposiciones que ni me acuerdo; hoy por hoy paseo por Santiago buscando ropa en bandera y comprando materiales en librerías weonas que ya no me hacen descuentos.

Antes era la raja, después de tanto ajetreo comprando comics y weas raras en portal lyon me quedaba esperando el metro escuchando música súper relax en la estación de turno.

Como que esa música etérea dejaba a todo el mundo en un estado de paja eterna. Uno miraba a la gente del andén de enfrente, ponderaba una nota por como iba vestida, le poniai nota a las minas y pasaba el metro y te ibas. Ahora dale con poner esas pantallas de mierda en las que repiten la misma weabada una y otra vez y todos o no pescamos o peor aun miramos con cara de nerd. Antes el metro era como un bunker temporal de todo el ajetreo santiaguino, ahora cagó. Como que te alteras más y lo único que quieres es que llegue el próximo vagón luego.

Si creen que andar en metro o en micro en horario pic es horrible, prueben lo que yo hice hoy: tome el metro a las 18:30 despues de haber comprado los materiales en la librería. Eso si que es Horrible.

Yo pensé que lo conocía, pero hay “amigos” que uno nunca deja de conocer…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Asi es, Bolivia....Linda la experiencia. ¿Paso libertadores?

Daniela dijo...

Yo amo el metro. Vivo en el campo, donde hay cerros nevados y muchos perros de la calle, esos que si no los vacuns no les pasa nada. Me gusta el metro porque es limpio, y me gusta mirarle los zapatos a la gente que pasa. A veces en los vagones algunos lloran, o se duermen, o hablan fuerte por celular... me fascina todo eso.
Y jav mena la lleva en buena en mala y en la otra.
Un saludo

Soundwave dijo...

Hola
soy de Los Andes, y es muy cierto lo que hablas ...pero que le vamos a hacer? hay que reirse no mas ...no queda otra...

Tambien vivi en Santiago un año cuando estudie Sonido ...puaj! el metro, vez que voy a Stgo lo odio!!! trato en lo mas minimo meterme a esa wea

bueno saludos ;)

Anónimo dijo...

jaajaj tienes todqa la razon el metro ahora apesta y mas con la onda del transantiago mas llenos se van... pero en fin cada loco con su tema....

bienvenido a santiago po amigo y de lost andes es otra historia jeejje


saludos